La ausencia de Nani me ha obligado a dejar de compartir la respiración de un mismo aire con la única persona que ha podido comprender hasta el último detalle de lo que siento, y aunque la distancia y la separación ha logrado trastornar nuestra comunión nunca el tiempo la ha podido suprimir del todo. A pesar de que he tenido que resistir, mis brazos finalmente han encontrado descanso en su regreso. Su presencia es algo que por mucho tiempo di por hecho, incluso en los sueños la percibo como una realidad que aunque a menudo no puedo ver, tengo la certeza de que me acompaña.
Cada día tomar distancia se hace más frecuente y me impide disfrutar de la confianza que siento al estar junto a mi hermana, quitándome el punto de apoyo que necesito para poder sostenerme en pie y no caer ante la cotidianidad. Sin embargo, soy consciente que la ausencia ha sido un reto que nos ha permitido crecer como individuo, y poco a poco se ha ido convirtiendo en un espacio que nos ha permitido explorar un poco más acerca del mundo de cada una.
¿ Cuántos se han tenido que separar de un hermano(a) muy querido(a)?
¿Cuál ha sido el lapso de tiempo más largo que han estado separados (as)?
¿ La separación cambió en algo su relación?
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